Historia de intervenciones muy tempranas para provocar la menstruación
UNA HISTORIA DE LAS INTERVENCIONES TEMPRANAS EN EE. UU.
Desde principios de la época colonial hasta mediados del siglo XIX, las personas consumían hierbas o bebían tés especiales para regularizar, inducir o reducir la menstruación tardía cuando no deseaban quedar embarazadas. Estas prácticas probablemente tengan una historia milenaria; sabemos que en Estados Unidos, estas prácticas formaban parte de un marco tradicional para concebir el embarazo temprano y que eran legales y culturalmente aceptables hasta la "aceleración" (aproximadamente entre 14 y 16 semanas después de la última menstruación), cuando una persona embarazada podía sentir el movimiento del feto en su interior y confirmar su embarazo.
CAMBIANDO LAS IDEAS SOBRE LA PROVOCACIÓN DEL SANGRADO MENSTRUAL
Con el tiempo, varios cambios en la cultura y las leyes impactaron esta forma tradicional de pensar.
EL SIGLO XIX: MÉDICOS, PARTERAS Y AUTORIDAD MORAL
A mediados del siglo XIX, los médicos, mayoritariamente hombres, se convirtieron en las autoridades respetadas en materia de embarazo y parto. Reforzaron su autoridad moral culpando a las parteras —con formación informal y mayoritariamente mujeres— del aborto, que los médicos consideraban peligroso e inmoral. Tradicionalmente, las parteras ayudaban a las mujeres a dar a luz, regular sus menstruaciones e interrumpir embarazos ya establecidos. Por primera vez, los estados comenzaron a promulgar leyes que regulaban y prohibían el aborto.
EL SIGLO XX: NUEVAS FORMAS DE DETECTAR EL EMBARAZO
En el siglo XX, los avances tecnológicos permitieron confirmar el embarazo en fechas cada vez más tempranas. Esto continuó transformando los marcos culturales, alejándose de la incertidumbre al inicio de un posible embarazo y acercándolos a una supuesta certeza, donde el embarazo era una pregunta de sí o no.
UNA HISTORIA DE LAS INTERVENCIONES TEMPRANAS EN EE. UU.
Desde principios de la época colonial hasta mediados del siglo XIX, las personas a veces consumían hierbas o bebían tés especiales para regular su menstruación cuando se les retrasaba la regla y no deseaban quedar embarazadas. Estos intentos de inducir el sangrado menstrual probablemente tengan una historia milenaria; sabemos que en Estados Unidos, los intentos de reducir el retraso de la regla, o regular la menstruación [WS1] [CS2], formaban parte de un marco tradicional para considerar el embarazo precoz. Estas acciones eran legales y culturalmente aceptables cuando las personas creían que podrían estar embarazadas y no lo deseaban.
Reducir el retraso menstrual permitía a las personas que estaban embarazadas varios meses después de su última menstruación para intentar confirmar su embarazo. Estas medidas para inducir el sangrado menstrual eran legales hasta la "aceleración" (aproximadamente entre 14 y 16 semanas después de la última menstruación), cuando una persona embarazada podía sentir el movimiento del feto en su interior y confirmar su embarazo.
EL SIGLO XXI: USANDO NUEVAS TECNOLOGÍAS PARA REVIVIR UNA TRADICIÓN EMPODERADORA
La idea de tomar medidas para reducir la menstruación cuando una persona no desea quedar embarazada cobra nueva relevancia hoy en día. Los avances médicos recientes han demostrado que muchos embarazos precoces se pierden de forma natural, por lo que una prueba de embarazo positiva muy temprana bien podría indicar que una persona podría tener un embarazo duradero o un embarazo muy temprano que pronto pasará.
Y ahora, las personas con períodos tardíos pueden acceder a medicamentos seguros del siglo XXI que provocarán el sangrado menstrual y, si una persona tiene un embarazo temprano, eso interrumpirá el embarazo”. Las personas con períodos tardíos tienen una opción nueva (¡aunque tradicional!) factible y efectiva para reducir un período tardío.
UNA OPCIÓN SEGURA Y PROBADA
Los medicamentos que inducen el sangrado menstrual o la pérdida precoz del embarazo se han utilizado de forma segura y eficaz en todo el mundo durante más de treinta años. Las investigaciones demuestran claramente que estos medicamentos (misoprostol solo o con mifepristona) pueden utilizarse cuando la menstruación se retrasa solo unos dÃas para inducir cólicos y sangrado, e interrumpir cualquier embarazo que pueda estar comenzando. Estos medicamentos ofrecen nuevas opciones para evitar el embarazo cuando la menstruación se retrasa, sin necesidad de realizar una prueba de embarazo previamente. En cambio, las personas pueden optar, si asà lo desean, por la incertidumbre y hacer algo sencillo en casa para evitar el embarazo.
UNA NOTA FINAL: UN GUIÑO A LAS FEMINISTAS DE LA DÉCADA DE 1970
Curiosamente, esta no es la única ocasión en que los defensores de la salud moderna han explorado el potencial de las intervenciones muy tempranas para garantizar la no gestación cuando la menstruación se retrasa. A principios de la década de 1970, algunos profesionales de la salud en Estados Unidos ofrecían la "extracción menstrual" para restablecer el sangrado cuando la menstruación se retrasaba. La extracción menstrual —en la que se evacuaba el útero mediante aspiración manual endouterina— se realizaba antes de que se pudiera confirmar el embarazo. Sin embargo, gran parte de este trabajo prácticamente cesó cuando el caso Roe contra Wade legalizó el aborto en 1973.
¿QUÉ TIENE DE DIFERENTE ESTA IDEA HOY?
El aborto ha vuelto a ser ilegal en algunas partes de Estados Unidos. Pero a diferencia de los años previos al caso Roe contra Wade, ahora existen medicamentos seguros y eficaces que causan cólicos y sangrado uterino y que pueden tomarse para que vuelva la menstruación cuando se retrasa.
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No sabemos si los estados conservadores intentarán regular las píldoras menstruales, ya que esta opción se encuentra en una zona intermedia entre la anticoncepción y el aborto. Pero este podría ser un momento en la historia de EE. UU. en el que volvamos a adoptar las ideas tradicionales sobre la reducción de la menstruación para interrumpir (posibles) embarazos tempranos. Y las píldoras menstruales podrían ser una forma de empoderar a todas las mujeres con otra opción segura para el control de la fertilidad.